Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos, porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:19-20).
El orar con otros puede tener un efecto dramático en tu propia vida. Nos necesitamos los unos a los otros. Dios nunca quiso que andasemos solos. Los compañeros de oración son los agentes secretos de Dios para bendición. De hecho, no es bueno orar siempre solos.
Necesitamos orar solos, pero a veces necesitamos el animo que nos llega al orar con un compañero de oración. Se puede desarrollar la oración de a dos en una variedad de formas tales como juntarse con un compañero de oración una vez a la semana, orar por teléfono con un amigo, o tener un tiempo apartado en el día con el/la esposo/a.
Mirando atrás en mi vida como intercesora, no podría deciros las innumerables veces que he sido bendecida personalmente, animada, y fortalecida a través de orar con otros. Ha hecho toda la diferencia del mundo. A veces me ha dado iluminación, nueva determinación para seguir adelante, o nueva esperanza en una situación oscura.
Definitivamente, los compañeros de oración son los agentes secretos de Dios para bendecidnos.
Beneficios de Orar Juntos
“Cuando Moisés levantó sus manos en intercesión por Israel, Josué e Israel prevalecían. Pero debido a que Moisés era carne, él solo podía mantener sus brazos levantados durante un corto periodo de tiempo. Cuando sus brazos se volvieron pesados, los bajó y Amalec prevaleció en la batalla. Pero cuando dos intercesores, Aarón y Hur, se pusieron uno a cada lado de Moisés y le levantaron las manos, El pueblo de Dios derrotó al enemigo.” Elmer Towns
- Nos ayuda a persistir en la oración y derrota al enemigo – Es fácil a veces el cansarse en la oración, pero cuando oramos con otro, tenemos fuerzas añadidas para aguantar hasta conseguir la victoria.
- Nos conecta a otros de manera significativa – La mayoría de nosotros deseamos amistad intima. Orar con otros te ayuda a conectar de una forma profunda en la que se puede compartir y orar por las luchas, esperanzas, bendiciones y desencantos. Alguien dijo una vez que no conoces a una persona hasta que hayas orado con él.
- Trae sanidad y crecimiento espiritual – Cuando compartimos lo más profundo de nuestro corazón y nuestras cargas con un compañero de oración, llega sanidad. Nuestra fe crece cuando oramos y ministramos el uno al otro en oración.
- Nos ayuda a rendir cuentas a Dios y a los demás – La vida esta llena de distracciones y demandas, pero clamar a Dios de forma regular con un compañero de oración nos ayuda a enfocarnos en la oración, y esto es central para la vida. Cuando debemos encontrarnos para orar, nos ayuda a centrarnos en nuestras vidas.
- Trae la presencia de Dios a nuestro lugar – Dios ha prometido estar allí donde dos o tres estén reunidos en oración. Necesitamos desesperadamente la presencia de Dios en nuestras vidas.
- Nos ayuda a experimentar el amor y el poder de Dios – A veces a solas, podemos estar luchando con un problema. Cuando oramos con un compañero con respecto a las dificultades en nuestras vidas, experimentamos el amor de Dios. Juntos podemos hacer huir a 10.000. A veces necesitamos la ayuda de otros para poder orar a través de ciertos asuntos.
- Nos fortalece espiritualmente – Escuchar y entrar en acuerdo con la oración de otro nos ayudará espiritualmente. Nos fortalecerá y nos construirá. Nos vamos retados con una nueva determinación de seguir a Dios.
Encontrar un Buen Compañero de Oración
“Pero no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno”
(Juan 17:20:22).
- Orar por el compañero adecuado – Primero pídele a Dios que te encuentre la persona adecuada con la que orar. EL sabe quien sería un buen compañero con el que te puedes unir fuertemente en oración. Siño por los maridos, recomendamos que los hombres oran con otro hombres y mujeres oran con oltra mujeres.
- Elegir cuidadosamente un compañero de oración – Date cuenta de que un compañero de oración puede enriquecer tu vida. A la vez, el tipo equivocado de compañero de oración puede restarte tiempo de oración si tienen demasiados problemas personales o quieren hablar en lugar de orar. Elige con cuidado.
- Encuentra alguien que tenga hambre de Dios y que desee orar – Quieres elegir un compañero de oración que piense mas o menos como tú y que tenga el mismo deseo de Dios que tienes tú. Quieres elegir a alguien que quiera crecer en su vida de oración.
- Encontrar a alguien que sea transparente y a la vez de confianza – Quieres orar con alguien que esté dispuesto a compartir las dificultades de la vida. También quieres a alguien que sepa como mantener las cosas confidenciales y en privado.
- Encontrar a alguien que tenga un fundamento Bíblico sólido – Quieres orar con alguien que conoce la Biblia y ora la Biblia.
- Encuentra a alguien que se arrepienta y perdone con facilidad – Quieres encontrar a alguien que sea quebrantado y moldeable ante Dios, que se arrepienta con facilidad y esté dispuesto a confesar pecados.
Mi esposo y yo hemos incrementado nuestras oraciones juntos recientemente. Hemos llegado a un compromiso de pasar más tiempo en oración juntos a diario. Esto ha añadido muchísimo animo, unidad y fe a todo lo que hacemos. Quiero animarte diciéndote que orar con un compañero hará una gran diferencia en tu vida. Orar con otro añade poder y fuerza a tus oraciones. Dios abre los cielos con nueva revelación cuando tus intercesiones se añaden a las oraciones de tu compañero.
De hecho estáis harmonizando en el trono de Dios. Y eso es algo increíble.
“¿Pero porqué quiere Dios que harmonicemos en oración? Porque nos hacemos responsables ante el otro. Buscamos dentro de nuestro corazón en la presencia de nuestro compañero para asegurarnos de que no hay estorbos. Cada uno intenta estar tan cerca de Dios como sea posible, y cada uno recoge la pasión y la sinceridad del otro… nos convertimos en un solo espíritu cuando nos ponemos de acuerdo en oración.” Elmer Towns
By Debbie Przybylski
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