Somos Socios con Cristo en la Intercesión

11202066_967242323338875_2815351357794728850_n“El Señor Jesucristo nos ha unido en sociedad consigo mismo para llevar a cabo el gran trabajo de la intercesión. Él en los cielos y nosotros en la tierra debemos ser de un solo sentir. Debemos tener un solo propósito en la vida. Ese propósito es que debemos amar al Padre y a los perdidos consagrando nuestras vidas a la intercesión para la bendición de Dios. El ardiente deseo del Padre y del Hijo por la salvación de las almas debe también ser el ardiente deseo de nuestros corazones.” Andrew Murray

Seamos conscientes del hecho de que somos socios con Jesucristo en la intercesión. Él es nuestra cabeza, y esto es lo que Él quiere que nosotros hagamos. Existe una autoridad en este poderoso ministerio de la intercesión. Debe convertirse en nuestra única y gran meta en la vida. Todo lo demás que hagamos tendrá unción y poder cuando se una a la intercesión. Nuestra intercesión bendecirá el mundo y glorificará a Dios. La intercesión preparará al mundo para la venida de Jesús. La intercesión romperá a través de nuestras pruebas más difíciles. La intercesión es la llave que abrirá los tesoros de Dios en la tierra. Abrirá el cielo y lo traerá a la tierra. La voluntad de Dios en los cielos solo puede hacerse en la tierra a través del ministerio de la intercesión. ¿Podemos consagrarnos de nuevo a este ministerio de la intercesión? ¿Podemos llegar a un compromiso de hacerlo prioritario en nuestras vidas? Echemos mano de ello con todo nuestro corazón. Que sea la mayor de nuestras metas.

Es tiempo de mostrarle al mundo el poder de la intercesión.

Padre, oramos que nos enseñes a interceder. Consagramos nuestras vidas de nuevo a este ministerio. Haz de nosotros intercesores fervientes. Tú fuiste el más grande de los intercesores mientras estuviste en la tierra. Oraste antes del ministerio, en privado, en público y toda la noche. Tú vives ahora para interceder siempre por nosotros. Estás sentado a la derecha del Padre orando, eres nuestro gran Sumo Sacerdote, y tienes toda la autoridad. Has pagado el precio de la intercesión. Ayúdanos a hacer lo mismo. Revela a nuestros corazones la importancia de la intercesión. Ayúdanos a seguir Tu gran ejemplo como Cabeza nuestra. Ayúdanos a ser socios tuyos en la intercesión y a hacer de ello la mayor de nuestras metas. Te agradecemos esta maravillosa oportunidad de ser intercesores en un momento como este. Danos un corazón ardiente para ejercitar este maravilloso poder de la oración para tu gloria y para la salvación de las almas. En tu nombre te lo pedimos. Amen.

“Y ahora este Cristo, el intercesor, es nuestra vida. Él es nuestra cabeza y nosotros somos Su cuerpo. Su Espíritu y Su vida respiran en nosotros. En la tierra, como en el Cielo, Es el único canal elegido por Dios para la bendición. Aprendamos de Cristo la gloria que hay en ello, lo que es el ejercitar este maravilloso poder, y qué parte ha de tomar en nuestro trabajo para Dios… A través de la intercesión, por encima de todo, glorificamos a Dios. Glorificamos a Cristo. A través de ella traemos bendición a la iglesia y al mundo. Obtenemos nuestra mayor nobleza – el pode divino de salvar a los hombres.” Andrew Murray

By Debbie Przybylski
Intercessors Arise International
IHOPKC

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