“El Espíritu Santo que desciende de Cristo hasta nosotros nos atrae al gran caudal de Sus oraciones que ascienden. El Espíritu ora por nosotros sin palabras en la profundidad de un corazón en el que a veces hasta las palabras no tienen forma. Nos levanta al maravilloso flujo de la vida del trino Dios. A través del Espíritu, las oraciones de Cristo se convierten en las nuestras, y las nuestras en las Suyas. Pedimos lo que deseamos, y se nos es dado.”
El poder del Espíritu Santo es una necesidad vital en nuestras oraciones. Hay tanto que decir acerca del Espíritu Santo. Es una parte tan importante de todo lo que hacemos, que siento que estoy pisando suelo santo con tan solo hacer el intento de pretender decir lo importante y santo que Él es. El Espíritu Santo es clave para tu vida de intercesión. No puedes pretender hacer grandes oraciones sin reconocer Su vital presencia en tu vida. No puedes escribir una oración a medida sin la sabiduría y el conocimiento del Espíritu Santo. En mi experiencia en la oración, tanto personalmente como corporativamente, he experimentado que el espíritu de la oración es liberado de forma más poderosa cuando el Espíritu Santo entra el la reunión de oración. Démosle la bienvenida a diario, y oremos, “Ven, Santo Espíritu. Dirígeme y guíame en mi tiempo de oración. Ora a través de mí. Haz tu voluntad en mi vida.”
Te animo a que estudies con el máximo cuidado lo que sigue acerca del Espíritu Santo. Es hora de que echemos mano de la realidad de quien es el Espíritu Santo y de lo que Él significa para nuestras vidas, específicamente para nuestras vidas de oración. No funciona el tener un acercamiento con prisas tipo microondas para con el Espíritu Santo. Él quiere tu tiempo. Él quiere enseñarte quien realmente Él es para contigo y lo que Él puede hacer a través de ti en oración. Como cuerpo de Cristo, hemos causado división con respecto a asuntos relacionados con el Espíritu Santo. Como iglesia a nivel mundial, no hemos entendido en totalidad el poder del Espíritu Santo. ¡Un día lo haremos, y cambiará todo lo que hagamos porque realmente sabremos lo que significa que Dios esté viviendo dentro de nosotros! Toma tiempo para meditar. Quédate quieto y deja que el Espíritu Santo le hable a tu corazón la inmensa realidad y belleza de estas verdades para ti personalmente y para tu vida de oración.
“La falta de realidad, santidad, poder, fruto en muchas vidas cristianas es debida a la incredulidad o inadecuada comprensión acerca del Espíritu Santo.” Norman J. P.
Cuanto más tiempo paso como cristiana, mas descubro la amistad del Espíritu Santo en mi vida y mi desesperada necesidad de Él a diario. Cada vez que he estado en problemas o dificultades profundas, he clamado a Dios y he experimentado el consuelo personal del Espíritu Santo. Estoy seguro que estarás de acuerdo. Una de las primeras cosas que debemos reconocer es que el Espíritu Santo es una persona, la tercera persona de la Trinidad, que vive dentro de nosotros. Se hace referencia de Él como persona en Juan 16:13-14. Esto de por sí es una poderosa realidad en la que pensar. No estamos solos en nuestras oraciones. El Espíritu no es una fuerza impersonal, sino una persona verdadera que vive dentro de ti. ¡Grandioso! Esto cambiará nuestras vidas si podemos captar su significado. Y Él es Dios. Él es el Espíritu (pneuma) eso quiere decir “viento, aliento, espíritu, inmaterial, poderoso”. É es santo que significa “apartado, justo, puro”. El Espíritu Santo puede ser como el viento que es invisible, inmaterial y poderoso. El Espíritu Santo tiene características personales. Busca, trabaja, sufre, habla, enseña, ayuda, etc. Él es divino; es eterno (Hebreos 9:14), Omnipresente (Salmos 139:7-10) Todo lo sabe (omnisciente) (Hechos 1:16), y estuvo en la creación (creador) (Génesis 1:2, Salmos 104:30).
“El ignorar el hecho de que es person y Su divinidad es pasar por alto a Dios mismo y su gran provisión para la iglesia sobre la tierra.”
Norman J. P.
By Debbie Przybylski
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