“Todos los verdaderos avivamientos han nacido en la oración. Cuando el pueblo de Dios está tan preocupado por el estado de la religión que se postra sobre su rostro día y noche en súplica ferviente, la bendición será seguro que cae.” E. M. Bounds
Muchos de nosotros oramos para que Dios envíe un avivamiento entre nosotros. Intercedemos no sólo por nosotros, sino por aquellos que nos rodean, pidiendo a Dios que se mueva de una manera poderosa. Pero, ¿cómo debe ser un avivamiento en realidad y cómo debemos orar?
Mi esposo y yo tuvimos el maravilloso privilegio de vivir en Gales durante más de un año. Un gran avivamiento se extendió por esa tierra en el año 1904, haciendo un impacto en la nación y en el mundo—en un corto espacio de tiempo. Tuvimos la bendición añadida de visitar la Capilla Moriah, el edificio de la iglesia pequeña donde el avivamiento de Gales estalló. Me quedé sorprendida por lo insignificante en apariencia del edificio. Sin embargo, el poder de Dios se extendió por todo el mundo a partir de ese humilde lugar. Los creyentes en Gales están orando por otro avivamiento poderoso para su tierra, y nosotros hemos sido inspirados para pensar, estudiar y orar mucho por el avivamiento desde entonces.
El tema del avivamiento trae gran interés para la mayoría de nosotros porque anhelamos que Dios barra a través de todo nuestro país. Pero debemos darnos cuenta de que el avivamiento tiene un alto costo, y cada uno de nosotros debemos estar dispuestos a pagar el precio para prepararnos para él.
Detrás del concepto de avivamiento está la palabra hebrea chayah, que significa “vivir.” En la Concordancia Strong, la palabra se traduce como” hacer vivir, nutrir, preservar, acelerar, recuperar, reparar, restaurar, guardar, mantener vivo y sanar. “¿Quién de nosotros no desea que se acelere la Iglesia, que sea sanada, preservada y avivada? Debemos orar con una pasión de todo corazón para que esto suceda. Y así será. Cuando la Iglesia sea avivada, será más fuerte y más poderosa en contra de las fuerzas de las tinieblas. Ella será una luz brillante en este mundo oscuro. Será victoriosa y atraerá a los perdidos.
Cuando el avivamiento impactó a Gales, toda la comunidad se vio sacudida por el poder de Dios. Multitudes iban a las reuniones de oración a las 6:00 A.M. Porque el Espíritu Santo afectó a muchas personas, toda la comunidad pronto se convirtió en una multitud de oración. Evan Roberts, el joven grandemente usado en el avivamiento de Gales, hablaría de cuatro principios o claves para caminar en avivamiento. Estos son útiles en nuestra búsqueda por un avivamiento personal y corporativo en nuestras propias vidas:
- El pasado debe quedar limpio por haber sido confesado a Dios y todo lo malo hecho al hombre debe corregirse.
- Cada cosa dudosa en la vida tiene que quedar atrás.
- Debe haber una pronta obediencia al Espíritu Santo.
- Tiene que haber una confesión pública de Cristo.
Vivimos en tiempos serios. Tenemos que clamar fervientemente a Dios, pidiéndole que traiga un avivamiento a su Iglesia en todo el mundo. Tenemos que estar en oración intensa, pidiéndole a Dios que se mueva en nuestras ciudades y naciones. El estudio de las características del avivamiento nos ayudará a prepararnos tanto a nivel personal como corporativo para un gran mover de Dios en su Iglesia. Entendiendo la profunda necesidad de preparar nuestros corazones para el avivamiento y aprendiendo a cooperar con Dios, mientras Él lo derrama en la tierra, nos guardará de impedir el movimiento de Dios que viene. La frase clave del avivamiento de Gales en 1904 fue: “Humilla a la Iglesia y salva al mundo.”
Las Características Humanas del Avivamiento
- La preparación espiritual – La unidad y la oración son dos elementos claves necesarios para el avivamiento. Tenemos que pagar el precio de la preparación espiritual. El avivamiento no vendrá sin un hambre y sed de Dios que traiga una oración intensa. Tiene que haber un deseo por Su gloria. No podemos ser indiferentes o apáticos, debemos rasgar nuestros corazones con el clamor que nace de los anhelos en el corazón de Dios.Cuarenta días después de que Jesús ascendió al cielo, sus seguidores obedientemente se prepararon para un avivamiento espiritual : “Todos éstos perseveraban unánimes en la oración” (Hechos 1:14).
“Nuestro problema fundamental es que estamos satisfechos con un conocimiento muy superficial y preliminar de Dios… nos pasamos la vida en en un activismo lleno de acupaciones… Lo inevitable y constante, preliminarmente para el avivamiento ha sido siempre una sed de Dios, una sed, una sed intensa por el conocimiento del Dios vivo y un anhelo, un deseo ardiente de verle manifestarse, que se muestre a sí mismo y Su poder, levantándose y dispersando a sus enemigos.” Martin Lloyd-Jones - La convicción de pecado – En un verdadero avivamiento, la gente está presa de una abrumadora convicción de pecado. Incluso el más pequeño pecado parece grande. El pecado no es tomado a la ligera. Dios trata con los salvos y con los perdidos. El avivamiento es intensamente personal; Dios te convence de pecado personal, y tu alma está en un abrazo agonizante con un Dios santo. Es un encuentro con el poder convincente de Dios. “Ellos fueron compungidos de corazón” (Hechos 2:37).
“La asamblea parecía postrada con una convicción tremenda de su pecado y el peligro. Había tal ambiente de angustia y llanto, que el predicador se vio obligado a hablar con la gente y pedir silencio para que él pudiera ser escuchado. Muchos de los oyentes eran vistos inconscientes, sosteniendose contra de los pilares y a los lados de las bancas como si ya se sintieran caer en el abismo.” Wallis - La conciencia de Dios – En el avivamiento, hay una conciencia de Dios, la conciencia de su santidad y poder. En el día de Pentecostés, “todo el mundo se llenó de asombro” (Hechos 2:43). Las personas atrapadas en el avivamiento saben, sin lugar a dudas, que Dios está ahí. Sienten un magnetismo divino hacia su presencia.
“No había nada humanamente hablando, para dar cuenta de lo ocurrido. De repente, sobre uno y sobre otro vino un abrumador sentido de la realidad y el terror de su presencia y de las cosas eternas. La vida, la muerte y la eternidad parecían de pronto al descubierto.” Winkie Pratney
Pueda Dios prepararnos a cada uno de nosotros personalmente, para pagar el precio por un avivamiento—el precio de la oración ferviente. Y permitirle a Él que obre profundamente en nuestras vidas. Pidámole que nos haga conscientes de su presencia y que podamos aprender a permanecer en Él, momento a momento. Oremos para que Él nos convenza de incluso el más pequeño pecado en nuestra vida. Presione en oración y ayuno por un avivamiento en las naciones. Un avivamiento mundial al final de los tiempos va a suceder como una cosa gloriosa, pero va a ser costoso.
Vivíamos en un barco de exhibición de libros durante años. En algunos países, miles de visitantes llegaban a bordo todos los días. Las largas horas de duro trabajo consumían toda nuestra atención. ¿Estamos preparados para las exigencias del avivamiento? Dios tiene que preparar a su Iglesia, personal y corporativamente, para el autosacrificio que implica el avivamiento. No podemos retroceder, mas bien debemos preprararnos para tomar posesión de este glorioso derramamiento de Dios en el tiempo final, con todo nuestro corazón como la novia radiante de Cristo, que está dispuesta a sacrificar todo para que las personas puedan ser salvos.
“!Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes, como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia!” (Isaías 64:1-2).
By Debbie Przybylski
Intercessors Arise International
IHOPKC