“Creo que no necesitamos ser enseñados a lamentarnos ya que tenemos tantos modelos en las Escrituras. Lo que necesitamos es simplemente la seguridad de que esta bien el lamentarse. Todos llevamos en lo más profundo de nuestro ser una reserva presurizada de lagrimas. Sol requiere la llave adecuada en el momento oportuno para soltarlas. En el momento perfecto de Dios, estas lagrimas pueden ser liberadas para crear una inundación de sanidad. Esa es la belleza y el misterio de la oración de lamento.”
Michael Card
¿La Oración de Lamento Sabías que las Escrituras están llenas de oraciones de lamento?
Todos los principales personajes Bíblicos hicieron oraciones de lamento a Dios. Esta es un tipo de oración de la que rara vez oímos hablar, sin embargo es una parte necesaria de la vida de oración de cada uno de nosotros.
Vivimos en un mundo roto en el que las cosas no siempre funcionan bien. Hay veces en las que no sabemos que es lo que Dios está haciendo ni a donde debemos girar.
Traer ante Dios una oración de lamento puede hacer una gran diferencia porque Dios nos cambia a nosotros durante los tiempos en los que derramamos nuestros corazones ante Dios en lamentos. Y las oraciones de lamento son una forma de adoración y fe. Adoramos a Dios incluso cuando derramamos nuestras dificultades ante Él. En lugar de separarnos de Dios en momentos difíciles, enfrentamos el dolor y adoramos a Dios con ese dolor. Como un acto de amor, se lo ofrecemos todo a Dios.
“El lamento es una poderosa y significativa forma de adoración porque pone nuestro amor por Dios por encima de incluso las peores circunstancias de nuestras vidas.Lamentation is a powerful, and meaningful, form of worship because it places our love for God above even the worst of circumstances in our life… Dios no nos pide que ignoremos la existencia de nuestro sufrimiento. Sí quiere que lo recojamos, lo traigamos ante Él y le hagamos una ofrenda. El Espíritu Santo, nuestro consolador, nos ayuda a hacer esto. Se pone en línea con nuestra voluntad y dice, `Te ayudaré a querer adorar a Dios.’ La gloria de la majestad de Dios es que Él nos ayuda a querer y a hacer.”
Las oraciones de lamento pueden parecer oraciones de quejas pero aún así pueden se oraciones de fe porque se niegan a soltar a Dios incluso en tiempos difíciles. Dios puede parecer ausente, pero no lo está. Las oraciones de lamento son sinceras ante Dios y nos traen cara a cara con Dios cuando estamos tratando de comprender que es lo que está ocurriendo en nuestros corazones. Job fue uno que oró profundas oraciones de lamento. Él lo había perdido todo, su familia, amigos, hogar y salud. Aún así luchó con Dios y se aferró a Él mientras buscaba un significado para sus luchas. Se aferró a su fe en Dios y se volvió a Él con todo su corazón. Él quería ver a Dios en medio de su dolor. Job no soltó a Dios. Él dijo:
“Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo: Y después de deshecha esta mi piel, Aun he de ver en mi carne á Dios; Al cual yo tengo de ver por mí, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mis riñones se consuman dentro de mí” (Job 19:25-27).
Al final, Dios le devolvió mucho más, y él fue capaz de ver a Dios de forma mucho más profunda. No soltar y traer nuestro corazón ante Dios en medio del dolor es un acto de fe.
”Finalmente vemos en Job una de las lecciones más fundamentales que podemos aprender del lamento. Que protestar, e incluso acusar a Dios a través de la oracion de lamento es, no obstante, un acto de fe. El lamento de fe no niega la existencia de Dios. En su lugar, apela a Dios en base a su amable bondad, a pesar de las condiciones existentes que sugieren lo contrario. Job simplemento no soltaba a Dios – a pesar de la muerte, enfermedad, aislamiento, y por último, el temor de que Dios le ha abandonado.” Michael Card
Escribir una Oración de Lamento
“El lamento no niega la existencia del dolor, hace lo opuesto, de hecho. Involucra adorar a Dios con esa tristeza. ¿Cuáles son las circunstancias en tu vida? ¿Estas en la prensa de Dios, siendo estrujado como una uva? ¿Cuál es la tristeza que sientes?”
Habacuc 3:17-18 es un buen ejemplo de oración de lamento. Habacuc estaba viviendo circunstancias difíciles, pero a través de una oración de lamento fue traído a un lugar de paz. En el capitulo 1, su oración era una oración de frustración, y le estaba preguntando a Dios ‘hasta cuando’ y ‘porqué’ con respecto a las circunstancias. Quizas la situación parezca similar a nuestros días.
“¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y saco y violencia delante de mí, habiendo además quien levante pleito y contienda? Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero: por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio” (Habacuc 1:3-4).
A través de la oración de Habacuc Dios le cambió el corazón. Él no cambió su situación de forma inmediata. Dios había dirigido su atención a Sus planes a largo plazo y no a las circunstancias actuales. Le dijo a Habacuc que esperase y viviera por fe.
Llegado el último capítulo, él oró: “Oh Jehová, oído he tu palabra, y temí: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.” Aunque sus circunstancias eran difíciles, Dios se encontró con Habacuc en su oración y cambió su corazón. Él empezó a ver desde una nueva perspectiva. Comenzó a poner su fe en la esperanza eterna en Dios, y su oración de lamento fue una forma de alabanza a Dios.
“Aunque la higuera no florecerá, Ni en las vides habrá frutos; Mentirá la obra de la oliva, Y los labrados no darán mantenimiento. Y las ovejas serán quitadas de la majada, Y no habrá vacas en los corrales; Con todo yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salud”
(Habacuc 3:17-18).
Puede que quieras escribir tu propia oración de lamento usando las palabras ‘aunque’ y ‘aún’ para comenzar la frase de tu lamento. Haz este ejercicio cuando estés en la época adecuada para ello y cuando estés enfrentando dificultades. Ahorra este ejercicio para los momentos difíciles de tu vida.
- Encuentra un lugar tranquilo con Dios – Estar a solas con Dios es necesario para este tipo de oración.
- Pídele al Espíritu Santo que te guíe – Él te guiará en una oración de lamento. Él abrirá tu corazón a Dios.
- Permanece en la presencia de Dios – Con frecuencia vamos con tantas prisas, pero una oración de lamento permanece tiempo en la presencia de Dios. Entrégate totalmente a Dios.
- Escribe circunstancias ‘aunque’ en tu vida – ¿Qué dificultades y retos estas enfrentando ahora mismo en tu vida? ¿Qué dolor o angustia sientes? Estas son las circunstancias ‘aunque’.
- Ofrece estas cosas a Dios – Ofrece estas dificultades a Dios como sacrificio. No pidas nada.
- Alaba a Dios completando la frase – “Aunque estas cosas han sucedido, aún así…” Alaba a Dios en una serie de afirmaciones ‘aún así’. Bendice y alaba a Dios a pesar de las dificultades.
Te garantizo que esto tendrá un gran efecto en tu vida.
Los últimos meses en mi vida han tenido momentos muy difíciles. Atravesar un cáncer, la operación y la rehabilitación, no ha sido fácil a veces. Estoy aprendiendo que a través de derramar mi corazón ante Dios en oraciones de lamento, mi propio corazón es cambiado, y empiezo a ver las cosas desde una luz mucho mas positiva.
Alabar a Dios en medio de las dificultades es tan poderoso porque, como dice la cita de abajo, Dios esta en ese momento con nosotros. Puedo dar testimonio de que durante esos momento de dificultad cuando traía mi dolor directamente ante Dios y andaba con Él a través del mismo dolor, existía la realidad de que Dios realmente estaba ahí. Dios está en ese momento contigo. Dios te da una revelación más profunda de sí mismo.
“Si estás llorando, tienes la oportunidad de alabar de la forma más poderosa posible: el lamento. Esta adoración no se hace con el propósito de conseguir que Dios quite el dolor. Simplemente reconoce que Dios está en ese momento con nosotros. El lamento eleva a Dios en la presencia de nuestros enemigos. Saca a relucir una parte de Dios que otras formas de adoración simplemente no pueden tocar.” Citas sin nombrar por Graham Cooke
By Debbie Przybylski
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