“¿Que podemos hacer para avivar el espíritu de intercesión? Hay una respuesta doble. Deja que cada cristiano, cuando comience a ver la necesidad y el poder de la intercesión, comience a ejercerla a favor de individuos. Ora por tus hijos, tus familiares y amigos, por todos aquellos con los que Dios te hace contactar. Si sientes que no tienes el poder para interceder, deja que ese descubrimiento te humille y te lleve al trono de la misericordia. Dios quiere que cada hijo redimido Suyo interceda por los perdidos. Es el aliento vital de la vida normal cristiana – la prueba de que ha nacido de lo alto. Después ora intensamente y persistentemente que Dios te dé el poder del Espíritu Santo a ti y a Sus hijos que te rodean, para que el poder de la intercesión tenga el lugar que Dios honrará.”
Dios quiere derramar el espíritu de intercesión a través de toda la tierra. Estamos viviendo momentos excitantes en estos tiempos. Estos son días en los que hemos de cultivar y despertar el espíritu de intercesión. La oscuridad de la época lo requiere. Las necesidades que nos rodean lo reclaman. Cuando nuestras vidas están llenas de intercesión podemos conseguir grandes cosas para Dios. La luz del evangelio brilla desde las vidas de aquellos que conocen el secreto de la intercesión. Los grandes hombres y mujeres de la Biblia eran hombres y mujeres de oración. Un ejemplo de esto fue la vida de Elías.
Elías eligió ser un hombre del Espíritu, un hombre de oración. El espíritu de intercesión llenaba su vida. Él vio respuestas del tamaño de Dios a sus oraciones. La oración el público pidiendo fuego sobre el monte Carmelo (Un símbolo del poder de Dios)que descendiera del cielo ante los profetas de Baal fue contestada en una breve oración con resultados inmediatos. Dios escuchaba a Elías porque él era un hombre del espíritu, y buscaba a Dios con todo su corazón. En otra ocasión, Elías estaba pidiendo agua, pero tuvo que presionar y aferrarse a Dios en oración persistente.
Dios estaba aumentando su fe a través de la oración disciplinada, desesperada y persistente. Leemos en 1ª de Reyes 18:42 que “Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose e tierra, puso su rostro entre las rodillas.” Siete veces le dijo a su sirviente que volviese y buscase lluvia. Finalmente llegó una lluvia torrencial con la intensidad y persistencia que rompió una sequía de tres años y medio. Nunca te rindas en tu intercesión porque la lluvia es un símbolo del derramamiento del Espíritu. Muchos de nosotros hemos estado orando durante mucho tiempo por el avivamiento. Su llegada es segura.
Durante varios años vivimos a bordo de un barco misionero, repartiendo las Buenas Nuevas de un país a otro. El barco fue construido en 1914 y es el buque de pasajeros que flota más antiguo del mundo. El motor del barco era un ruido continuo, pero nos acostumbrariamos a su ronrroneo incesante. Ocasionalmente el motor de este viejo barco se estropeaba. Cuando el motor de un barco se para, ¡todo se para! Las luces se apagan, el aire acondicionado se para, los electrodomésticos dejan de funcionar, y te puedes imaginar el resto. El Ministerio se relentizaba, la gente se cansaba, y se entraba en una situación muy miserable, especialmente en países muy cálidos. El buque no podría volver a funcionar hasta que el motor estuviese reparado y funcionando de nuevo.
El espíritu de intercesión es como el motor de un barco. Cuando no está cultivado y funcionando y cuando no estamos orando de forma regular, todo lo demás queda afectado. Nuestro ministerio disminuye, nuestras relaciones no funcionan adecuadamente, nuestra salud se deteriora, nuestro enfoque se vuelve turbio, y nuestro trabajo disminuye. Y Jesús deja de ser nuestro todo,el centro de todo. Necesitamos cultivar el espíritu de intercesión para poder darle a Dios lo mejor que tenemos, para poder conseguir el máximo de nuestras vidas para poder funcionar con suavidad en toda ocasión.
¿Cómo podemos cultivar el espíritu de intercesión en nuestras vidas? La semana pasada estuvimos viendo cinco claves para dar poder a la oración y para cultivar el espíritu de intercesión. Estas claves, si tomadas en serio, pueden cambiar la vida de oración entera de una persona. Resumiéndolas son: 1) Cultivar la alabanza, adoración y el agradecimiento en tu vida – Alaba y adora a Dios a lo largo del día. 2) Incrementa tu punto de vista acerca de Dios – Él quiere darte una perspectiva más amplia de Él. 3) Deja que Dios estire tu fe – Cree en Dios por algo más grande que tú. 4) Practica el ayuno en tu propia vida – Ten momentos regulares apartados para la oración y el ayuno. 5)Practica la oración motivada por propósitos – Enfócate en el plan de Dios que alcanza más allá y no en tus propias necesidades. Esta semana veremos otras cuatro claves para aumentar el poder de la oración y para cultivar el espíritu de la intercesión. Debemos practicar estas claves a diario. La aplicación de estos pricipios es vital.
Elías eligió ser un hombre del espíritu, un hombre de oración. Tu y yo tenemos la misma elección.
Claves para Cultivar el Espíritu de la Intercesión
“¡Iglesia de Cristo, despierta, despierta! Escucha el llamado, ‘orad sin cesar’(1ª Tesalonicenses 5:17). No toméis descanso ni le deis a Dios descanso… el Espíritu de Dios nos revelará el poder de una vida de intercesión como realidad divina, un elemento esencial e indispensable de la gran redención y por lo tanto también de la verdadera vida cristiana. ¡Que Dios nos ayude a conocer y a cumplir con nuestro llamado!”
- Practica la presencia de Dios – Hazte amigo intimo de Dios. Aprende a vivir y a andar en paz incluso en medio de las tormentas y del terrorismo de las semanas pasadas. Hay un lugar en el Espíritu que está por encima de todo principado. El enemigo quiere sacarte de tu morada. Aprende a tomar tus pensamientos como cautivos y perdona con rapidez. Míralo todo a través de los ojos de Cristo, y practica la meditación en la palabra de Dios. “¡Oh, cuanto amo yo tu ley! Todo el día es ella mimeditación. Meditaré en todas tus obras” (Salmo 119:97, 77:12). Cuando se practica la presencia de Dios, el espíritu de intercesión invadirá tu vida.
- Ora la Palabra de Dios – Ora y declara la palabra en voz alta para conseguir victorias espirituales. Aprende a orar las promesas de Dios. La Biblia está llena de ellas. Es un enorme privilegio el poder proclamar las promesas de Dios en el ámbito espiritual sobre situaciones difíciles en naciones y ciudades. Orar las promesas de las Escrituras traerá la cosecha de Dios y conseguirá una enorme diferencia en este mundo tan oscuro. Leemos en Jeremías 23:29, “¿No es mi Palabra como fuego, dice Jehová, y como un martillo que quebranta la piedra?” La Palabra de Dios nunca vuelve vacía. ¡Siempre cumple! Siempre hace que ocurran cosas. Siempre vence. Cuando oras la Palabra de Dios en voz alta, el espíritu de intercesión invadirá tu vida de pensamientos y tus palabras.
- Ten una mentalidad del Reino de Dios – Practica la santidad en tu forma de vida. Dios quiere llevarnos a un nuevo nivel de santidad. La vida del reino es vivir una vida de santidad y vivir el sermón del monte en Mateo 5-7. es permitir a Dios ser el Rey en cada área de tu vida. Es someterte a Su autoridad. Es permitirle a Dios que te refine y que te enseñe a andar en amor y perdón. Aqui es donde el enemigo es derrotado. Hay poder en la oración para aquellos que llevan una vida de santidad. Santiago 5:16 dice, “La oración eficaz del justo (santo) puede mucho.” Conforme andes en santidad el espíritu de intercesión regirá sobre tu vida y tus acciones.
- Aprende a esperar en Dios en oración – Esto saca adelante la totalidad de Sus propósitos. Para poder movernos bajo la dirección de Dios en estos últimos tiempos, debemos aprender este secreto. La verdad es que es en la espera que podremos conseguir lo máximo para con Dios. Es en la espera que Él nos dará Sus secretos para la vida del Reino. Cuanto tiempo se pierde corriendo por el camino equivocado. Es en la espera que las máximas directrices para tu vida te llegarán a diario. Lo que muchos consideran una perdida de tiempo es realmente el tiempo multiplicado a tu favor. Dios está capacitado para hacer las cosas con mucha mas eficacia que tú. “Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de Él es mi esperanza” (Salmo 62:5). conforme esperas en Dios, el espíritu de intercesión brotará de tu vida.
El poder del Espíritu Santo liberado a través de la intercesión es muy superior a cualquier poder sobre la tierra. Es hora de que seamos conscientes de esta realidad y de que hagamos un uso completo de ella. Estamos viviendo una hora de urgencia. Que clamemos a Dios pidiendo un espíritu de intercesión y que oremos que la iglesia se despierte a la seriedad de esta hora.
“En realidad vale la pena vivir para saber que Dios me usará como un intercesor para recibir y dispensar aquí en la tierra Sus bendiciones celestiales y, sobre todo, el poder de Su Espíritu Santo… Demasiado tiempo hemos pensado de la oración solo como si fuera un medio para suplir nuestras necesidades en la vida y en el servicio. Que Dios nos ayude a ver el lugar que la intercesión toma en Su Consejo Divino y en Su trabajo para el Reino. Que nuestros corazones sientan en realidad que no hay honor o bendición sobre la tierra que se pueda igualar al insuperable privilegio de esperar en Dios, traer desde el cielo, y abrir el camino sobre la tierra para las bendiciones que Él se deleita en dar!” Citas por Andrew Murray
By Debbie Przybylski
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