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Cómo Responder al Maltrato

12345682_1071086536287786_6693833093319096599_n“Y que no sóis vuestros… Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:19-20).

Nos guste o no, hay momentos en que experimentamos el mal trato de parte de otros. Puede ser un miembro de la familia que dice algo en contra de nosotros, o un compañero de trabajo que trata de arruinar nuestra reputación de alguna manera y bloquear nuestras metas para avanzar en nuestro lugar de trabajo. O puede ser una multitud de otras situaciones. En este mundo imperfecto con personas quebrantadas, todos vamos a enfrentar el maltrato. Y esto sucede más a menudo con los que son los más cercanos a nosotros – esposos, esposas, hijos, vecinos y compañeros de trabajo. Vivimos en un mundo lleno de incomprensión e injusticia. Hay muchas situaciones en las que nuestro corazón puede clamar: “Esto no es justo!”

Como aquellos que quieren crecer en la oración, ¿qué hacemos cuando experimentamos el maltrato? ¿Qué quiere Dios que hagamos cuando sentimos la injusticia de una manera muy personal? ¿Cómo podemos tener una actitud piadosa cuando somos tratados injustamente? ¿Cómo nos podemos guardar de la amargura y evitar que un corazón enojado o amargado obstaculice nuestra vida de oración? Tenga en cuenta que la amargura se inicia como una pequeña raíz que crece y cause dificultades y contamina a muchos (Hebreos 12:5). Veamos el ejemplo bíblico de David, porque él fue capaz de mantener su corazón puro en las circunstancias más difíciles.

El Ejemplo del Rey David

“En tus manos encomiendo mi espíritu; líbrame, Señor, el Dios de la verdad. Mis tiempos están en tus manos; líbrame de mis enemigos, y de los que me persiguen” (Salmo 31:5, 15).

David, el hombre conforme al corazón de Dios, es uno de los mayores ejemplos de cómo responder acertadamente a Dios cuando se nos maltrata. David fue alguien que confió en Dios para intervenir cuando fue maltratado por Saúl, él no respondíótomando represalías. ¿Puede usted imaginar el miedo de estar siendo buscado y amenazado por Saúl y sus tres mil soldados? Corriendo por su vida como un fugitivo perseguido, el corazón de David debe haber estado golpeando en su pecho mientras Saúl entraba en la misma cueva donde él y sus hombres estaban escondidos. Sin embargo, David no mató a Saúl en este momento oportuno, pero en lugar de ello, comprometio su causa totalmente en manos de Dios. Pasó una de sus pruebas más duras, cuando su propia vida estaba en juego en aquella cueva oscura. Véase 1 Samuel 24:2-15.

En otra ocasión, de nuevo, David tuvo la oportunidad de matar a su enemigo. Saúl y sus hombres estaban durmiendo en el campamento con su lanza clavada en el suelo cerca de su cabeza. Una vez más David se negó a hacerle daño. Véase 1 Samuel 26:2-24 para la historia completa. David puso su causa en las manos de Dios. Dejó que Dios fuera su libertador. Él le dijo a Saúl en el versículo 23-24:

“Y Jehová pague a cada uno… ; pues Jehová te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano sobre el ungido de Jehová… así sea mi vida estimada en los ojos de Jehová, y me libre de toda aflicción.”

¿Hemos tenido, usted o yo, que confiar en Dios respecto a nuestros enemigos, en la medida en que lo hizo David – con nuestra propia vida?

Cuando te pones a ti mismo en las manos de Dios, haces una transacción con Dios, una transacción de una naturaleza muy profunda. Usted confía en Su voluntad para su vida a Su manera y con Su tiempo de intervenir. Usted está transfiriendo sus derechos personales en las manos de Dios y permiténdo que El tome responsabilidad. Usted está dejando que Dios sea Dios en su vida hasta la misma esencia de su ser. Usted está reconociendo que Dios es su propietario. Dios siempre está trabajando profundamente en nuestros corazones y está desarrollando nuestro carácter interior. Al negarse a tomar represalias, como hizo David con Saúl, usted está dejando a Dios elimine a “Saúl” en su propio corazón.

Usted está confiando en el liderazgo de Dios en su vida. Usted se niega a tomar represalias y está trayendo a Dios y suaccionar en su situación. Usted está trayendo a Dios al conflicto y se está involucrado en guerra espiritual. Usted está haciendo espacio para su justo juicio. Usted está siendo probado en la fe profundamente mientras confía en que Él nos reivindica en Su tiempo y a su manera.

Confiando en el Liderazgo de Dios en el Mar

“El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño. Apártese del mal y haga el bien, busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones” (1 Pedro 3:10 -12a).

Recuerdo hace varios años mientras vivía en el barco de un ministerio misionero, entrando y saliendo de las naciones con el mensaje del evangelio, con una tripulación internacional, y con la exhibición de libros flotante más grande del mundo. Acabábamos de salir de Rumania y estábamos navegando hacia nuestro próximo nación, Bulgaria. Justo antes de entrar en esa nación fuimos falsamente acusados ​​de ser una secta peligrosa, y de repente nos dijeron que no podíamos entrar en aguas búlgaras. La puerta estaba cerrada por completo. Con más de 300 personas (de más de 40 naciones) a bordo, y con numerosos programas y planes para el siguiente destino, nos detuvieron en nuestro camino y no teníamos adónde ir. Nos quedamos atrapados en el mar yteníamos que ir a alguna parte, pero ¿dónde?

En esa situación, no teníamos a quién recurrir sino a Dios. Como tripulación y personal del barco, tuvimos que confiar en Su liderazgo. Tuvimos quetraerle a Él y su accionar en nuestra situación de una manera más profunda y más desesperada. Puso a prueba nuestra fe. Nuestros planes hasta ese momento tenían que ser tirados por la borda. Sería inútil tratar de defendernos. Dios tenía que ser nuestro vindicador, nuestra respuesta y nuestra solución a este problema.

De una manera notable y sorprendente, Dios abrió la puerta a una nación musulmana cercana. Nuestro barco tuvo publicidad inusual. Dios abrió el camino a un puerto central en la ciudad, y tuvimos un maravilloso programa. Vimos el liderazgo fantástico y el plan de Dios. Nuestra fe creció como el eauipo del barco y vimos las obras del Señor en una tierra necesitada. Si hubiéramos tomado represalias y peleado para entrar en Bulgaria, nos habríamos perdido el magnífico proyecto de Dios. Nos habríamos perdido de Su mejor plan. Su liderazgo es perfecto y supera todos nuestros planes. Fuimos capaces de vencer el mal con el bien cuando no nos vengamos nosotros mismos y perseguimos la paz. Dios estaba atento a nuestras oraciones, y experimentamos la bendición de Dios en una tierra inesperada.

“No se venguen, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor… si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber… no seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:19-21).

Cuando bendice y ora por sus enemigos y por aquellos que le maltratan, su actitud hacia ellos cambia. Su corazón se vuelve libre. Usted comienza a amar a sus enemigos y se preocupan por su bienestar. Incluso si usted no ve la vindicación de Dios inmediatamente o aun en esta vida, verá que el día en que Dios arregla todas las cosas.

¿Hay alguna situación actual, donde usted tiene la oportunidad de vencer el mal con el bien? ¿Hay una o dos personas que siente que le han maltratado a usted? Si usted se toma unos momentos de silencio, Dios a menudo traerá a alguien a su mente. Todos tenemos situaciones. ¿Puedes confiar a Dios y bendecir a tu enemigo? ¿Puede confiar su reputación, futuro, planes y bienestar a Dios y a su liderazgo? Aprendamos a poner nuestro espíritu en las manos de Dios. Venzamos al mal con el bien. Recordemos el ejemplo de David.

Recuerde siempre que ha sido comprado por un precio increíble. Usted puede confiar en el liderazgo perfecto y amoroso de Dios sobre su vida.

“Cuando David encomendó su espíritu en las manos de Dios , él estaba encomendando a Dios todo lo que tocaba profundamente su espíritu tal y como su reputación, dinero, posesiones, posiciones, y el impacto. Él confiaba el resultado de los aspectos más importantes de su vida a la dirección de Dios.” Mike Bickle

By Debbie Przybylski
Intercessors Arise International
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Persiguiendo el Corazón de Dios

11709522_990326201030487_2695539852316010783_n“La revelación que tuvo David acerca de las emociones de Dios, equiparon su corazón para una persistente y abandonada búsqueda de Dios, a través de sus muchas debilidades y fracasos, así como sus impresionantes victorias. David es la imagen de la iglesia del tiempo del fin, que estará enferma de amor, una novia adoradora y guerrera, un pueblo conforme al corazón de Dios.”

David era un hombre conforme al corazón de Dios. Estaba conmovido por lo que movía el corazón de Dios. Quería saber cómo se sentía Dios por la vida. Quería estar íntimamente familiarizado con la manera en que Dios hacía las cosas y por qué El lo hacía. Él quería ser un apasionado por Dios. David iba en pos de los latidos del corazón de Dios para el mundo. El deseo de Dios es que nosotros le busquemos con todo nuestro corazón como lo hizo David, abandonándonos a sus propósitos y planes.

¿Estamos ansiosos como intercesores para estudiar el corazón de Dios? Que Dios nos ayude a conocer el secreto de tal vida de oración, que es movida por una búsqueda apasionada y persistente del corazón, la mente y voluntad de Dios.

Cuando usted y yo conocemos las emociones y los sentimientos en el corazón de Dios, es mejor que le obedezcamos. Podemos caminar obedientemente en su Palabra y vivir radicalmente para él, porque su amor nos sostiene. Somos capaces de obedecer a Dios a largo plazo cuando estamos unidos a su poder en vez de nuestra propia debilidad. Podemos vivir con alegría, porque estamos viviendo en un nuevo reino. Salmo 16:11 dice: “En tu presencia hay plenitud de gozo”

Entré en el campo misionero a una edad temprana. La vida misionera está llena de estaciones de penuria y resistencia. Mi primera gran lección vino cuando yo vivía en un barco misionero con gente de todo el mundo. El nombre de la nave era Doulos, que significa “Siervo” en griego. Todos estabamos motivados para ser como Jesús, quien vino no para ser servido, sino para servir.

Mi primer trabajo en el barco fue servir comida a más de trescientas personas de más de cuarenta países diferentes. Eso no fue tan difícil, hasta que nos pusimos al mar. Nuestro primer viaje importante fue navegar a través del Océano Atlántico, un viaje de dos semanas que yo secretamente esperaba con mucho miedo y temor. Después de todo, yo no era marinera. ¡Ni siquiera sabía nadar! ¿Cómo iba a servir la comida durante un viaje duro? Y ellos predijeron mal tiempo, ya que era temporada de huracanes.

Efectivamente, el viaje se tornó tempestuoso.

Recuerdo que una de mis compañeros de trabajo en el comedor salió de la cocina con una bandeja cargada con trozos de mantequilla en pequeños platos. De repente el barco se tambaleó hacia delante, y ella perdió completamente el equilibrio. La mantequilla voló por todas partes! Estaba por todos lados, incluso sobre mi compañera de trabajo, en el suelo, y en las mesas. Otro día, yo estaba sirviendo la sopa a todas las mesas de mi fila. Pensé que lo estaba haciendo bastante bien hasta que le serví a un chico alto y desgarbado, que entonces se inclinó y vació su estómago justo en su copa. Me volví en la otra dirección y salí de allí rápido! Afortunadamente ambos incidentes más tarde se convirtieron en historias de humor, sólo algunas de nuestras muchas experiencias en el mar.

Lo que me sostuvo en esas primeras experiencias de vida misionera y a lo largo de mi carrera misionera era estar viendo los latidos del corazón de Dios para el mundo. Fue una comprensión personal de su corazón y de su amor por mí para que me permitió ir a través de las experiencias de día a día en la vida del barco. Tuve la oportunidad de enfocarme en Dios y en su amor en aquellos momentos.

Sin entender el amor de Dios, es imposible que le sirvamos con éxito durante mucho tiempo en el extranjero. Tarde o temprano, las debilidades en nuestras vidas y la pesadez de las demandas del ministerio acaban con nosotros. Cuando buscamos el corazón de Dios, todo se vuelve más fácil, porque estamos caminando con y enfocados en Dios. Empezamos a comprender Su amor abrumador para nosotros personalmente y el profundo placer que Él tiene en nuestra comunión con él. Esto nos motiva a cambiar. Nuestras acciones y estilos de vida, se hacen cada vez más semejantes a Cristo porque nos vemos a nosotros mismos como Dios nos ve, y esto impacta todo lo que decimos y hacemos. Vemos la belleza de Dios, y entonces nos vemos a nosotros mismos a través de sus ojos. Esto nos permite decir no al pecado y crecer en santidad.

Con el tiempo la verdad sobre Dios y cómo Él ama al mundo entero se mueve en nuestros corazones. Entonces respondemos a Dios desde nuestros corazones. Experimentamos el amor de Dios en una medida más profunda. Pero debemos darnos cuenta que Satanás siempre atacará nuestra relación con Cristo. Él sabe que esta es la clave de toda vida fructífera y de la victoria espiritual. Cuando conocemos el amor de Dios en un nivel profundo, podemos conquistar cualquier dificultad, aún los viajes por mar. Podemos enfrentar cualquier prueba porque podemos confiar en nuestro Padre que sabe qué es lo mejor para nosotros. Él nos llevará a través de la dificultad. Él nos conoce íntimamente. Nosotros somos sus hijos amados.

“Creo firmemente que la única cosa que el diablo busca hacer es entremeterse y sutilmente distraer nuestra atención de la pureza y la simplicidad de amar a Dios. A él no le importa si exaltamos el avivamiento, la sanidad, o cualquier otra cosa, con tal de perder nuestro enfoque en la simplicidad de la altura de un corazón al nivel de una devoción exhuberante al Hijo de Dios.” Citas de Mike Bickle

By Debbie Przybylski
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