“Guarda mi alma porque soy piadoso, salva tu, oh Dios mio” (Salmos 86:2a).
¿Te despiertas por las mañanas sintiendote como un corredor agotado que está en una carrera que nunca acaba? Te sientes a veces emocionalmente sin aliento cuando es dificil concentrarse, relajarse, y te sientes desmotivado e inquieto? ¿Te sientes como que tienes que recuperar fuerza perdida y que tus actividades corren más que tu corazón?
La vida en puede ser un reto. es dificil vivir por encima del ruido y las exigencias de la vida de a diario. Pero si vamos a sobrevivir, debemos aprender a traer equilibrio entre nuestra ocupación exterior y nuestro pensamiento interior. Es un proceso de toda la vida. Solo Dios puede mantenernos en perfecta paz.
David era un hombre que cultivaba su relación de corazón con Dios. En las proximas semanas estaremos viendo la vida y los escritos de David. Él es uno de mis personajes favoritos del Antiguo Testamento porque era un hombre con un corazón dedicado. Su corazón tenía un hambre profunda por Dios. ¿Qué sabemosde su vida? Él era un rey victorioso que pasó por grandes tragedias – era ungido pero humano – era fuerte en la batalla pero cayó en debilidad. A pesar de todas estas cosas, era el hombre elegido por Dios.
David luchó con dificultades al igual que nosotros. Me gusta su humanidad. Era brutalmente real – un hombre desesperado, dependiente, y que clamaba a Dios de forma frecuente. No las tenía todas consigo como pensariamos de algunos cristianos super estrellas. Él no quería ser grande a los ojos de los hombres, sino grande en los ojos de Dios. Las enseñanzas de David son para que las veamos todos. Eran luchas muy reales y vivas. Dios nos está enseñando lo que es la vida en Su secreto. Dios nos está enseñando lo que es la verdadera grandeza, porque desafortunadamente sigue habiendo una falta de profundidad en los cristianos de hoy en día.
David era Dedicado Dentro de la Oscuridad
“Y Jehová respondió á Samuel: No mires á su parecer, ni á lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová mira no lo que el hombre mira; pues que el hombre mira lo que está delante de sus ojos, mas Jehová mira el corazón.” (1 Samuel 16:7).
David vivió durante el tiempo de los Jueces. Samuel, el profeta, era mayor y el pueblo no estaba satisfecho con el metodo de Dios para liderar a la nación. ¡Los Israelitas querían un rey! Otras naciones tenían reyes, y ellos querían ser como los demás. Rechazaron los caminos del Señor, y su elección fue Saul. Despues de todo era atractivo fisicamente, tenia fuerza de voluntad y muchas cualidades externas (1 Samuel 13:14). Pero la elección de Dios era diferente. Él no miraba los talentos, dones y personalidad. Él miraba las cualidades internas del corazón.
Cuando llegó el tiempo para elegir a un rey, 7 hijos pasaron por delante de Samuel. Pero Dios no había elegido a estos. El más joven, David, estaba atendiendo a las ovejas. Él no estaba planeando como llegar a ser rey ni se estaba quejando acerca de su trabajo poco importante, ni envidiando a sus hermanos. David estaba alabando a Dios desde el campo y atendiendo a sus ovejas. Este tiempo en su vida era muy significativo.
Quizás podamos pensar que el trabajo de David era aburrido, poco importante, de poca valía, y muy solitario. Incluso podría parecer en lo natural que se habia quedado fuera del cuadro general de Dios. Pero Dios con frecuencia nos prueba con lo aburrido y poco importante. Cuando Él desarrolla cualidades internas, nunca tiene prisa. Es en las pequeñas cosas que demostramos ser capaces para las cosas más grandes. Se trata de las pruebas de integridad entre bastidores. Puede que pensemos, “¡Estoy en el sitio equivocado, yo tengo talento, debiera de ser un lider, o estar haciendo algo importante!” Pero Dios ve y Él está mirando nuestro corazón.
Dios siempre supo como iba a usar a David. Estaba muy contento con el trabajo de David, su corazón de adoración y su cuidado por las ovejas, su integridad y su obediencia. Por encima de todo, estaba contento con la devoción del corazón de David. Y eligió a David como rey. Leemos en 1 de Samuel 13:14, “Jehová se ha buscado varón según su corazón, al cual Jehová ha mandado que sea capitán sobre su pueblo.”
Cada dia tenia propósito a los ojos de Dios. David – el mas joven y menos importante segun la estimación de su padre – era grande a los ojos de Dios. Él era el elegido de Dios. Él fue ungido primeramente en privado antes de su unción en publico. En el momento perfecto “El Espíritu de Dios vino con poder sobre él” (1 Samuel 16:13).
Lo que Dios hizo en y a través de David fue el resultado de su vida privada de devoción. Él tenía un corazón preparado que estaba fijado en Dios. Su vida estaba entregada a la busqueda de Dios en oración y alabanza. Dios era la realidad más grande de David.
Recuerda la vida de David la proxima vez que entres en la tentación del desanimo dentro de lo cotidiano. David – en la oscuridad, no visto, sin ser aplaudido por el publico – era grande a los ojos de Dios. Quizás David luchó con la insignificancia y la rutina en sus momentos más dificiles. Puede que hubiera luchado con sentimientos negativos y ataques del enemigo en su vida de pensamientos. Pero pasó la prueba de la rutina y la oscuridad, y fue fiel en su devoción para con Dios.
David tenía un Corazón Conforme a Dios
“Oye, oh Jehová, mi voz con que á ti clamo; Y ten misericordia de mí, respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová” (Salmos 27:7-8).
¿Cual era el secreto del éxito de David? A lo largo de la parte oscura de su vida, solo en el campo, él no paró de alabar, adorar y dar gracias a Dios. Cultivó su corazón y le permitió a Dios que desarraigase el egoismo. Todo esto parecía contrario a la sabiduría humana, pero en Su tiempo perfecto Dios usó a David poderosamente. David tenía el corazón de pastor, de confianza y devoción. Él fue el que abatia gigantes, el compositor de salmos, el musico personal de Saul, el mejor amigo de Jonatán, fugitivo perseguido y, por último, el rey de Israel.
La Biblia dice que era un hombre conforme al corazón de Dios. El que la Biblia diga esto acerca de un hombre es bastante sorprendente. David usaba todas sus energias en perseguir a Dios. Él pasaba tiempo con Dios. Su vida interna era más importante que su actividad externa. Era la más alta de sus prioridades, y aprendió a trabajar efectivamente desde el interior al exterior. De nuestros corazones fluyen nuestra energía, visión, e influencia para con Dios. David le permitió a Dios entrar en lo más profundo de su corazón. Dios era su única pasión dominante. El coste era alto para sentir la carga de Dios, sentir Su angustia, entender el dolor de Su corazón, y permanecer en Su verdad, dia si y el otro también. Pero estaba dispuesto. Mira la influencia de los salmos en tu propia vida.
A David no le preocupaban los rendimientos. Le preocupaba Dios. Lo que somos sale de nuestra vida privada. Es invisible casi para todos menos para Dios. Pero tiene gran influencia sobre los demás. Se aprenden grandes lecciones en los lugares secretos. La dependencia se aprende y somos tocados en las profundidades de nuestra personalidad y espiritu. No vamos a llegar a ningún lado a no ser que entremos en la profundidad con Dios. Yo viví a bordo de un barco durante años y nosotros nunca llegamos a ningún sitio hasta no haber salido primero a aguas profundas. Si aprendemos esta lección – lo privado antes que lo publico – habremos aprendido la mayor de las lecciones que puedan afectar el resto de nuestras vidas. Se trata de solicitud y devocion antes que de actividad.
Aprendiendo a Vivir una Vida de Devoción
“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Colosenses 4:2).
Los cristianos con frecuencia tienen el problema de vivir en la superficie, en el nivel visible. Es una tentación con la que nos tenemos que enfrentar todos. Lo exterior capta nuestra atención inmediata. Exige nuestro tiempo y energia. Nos podemos sentir atrapados por la tirania de lo urgente. La batalla de la era es la actividad – Es la gran estrategia de Satanás – Si él puede mantenernos siempre ocupados, nos tiene – Ya no somos capitanes de nuestras almas, y nos hundimos con facilidad. Un deseo impulsivo de la humanidad es el de evitar concentrarse en Dios. Es muy facil trabajar para Él en cualquier momento en lugar de permitirle a Él que trabaje en nosotros.
Todo el mundo que nos rodea está ocupadisimo, pero ¿porqué? Con frecuencia tenemos hambre de respeto y de aplauso del público. Quizás tenemos miedo de enfrentarnos a nuestros problemas internos o no hemos tenido la aprobación de alguna persona significante en el pasado. Quizás estamos tratando conseguir aceptación o queremos poder para poder compensar la perdida de nunca haber oido “Bien hecho.” O puede que estemos cubriendo la culpa y la vestimos de espiritualidad. Quizás los dolores del pasado no se van. Puede que nos hayamos criado en un hogar en el que los logros eran una forma de vida o en la que había orgullo y competencia todo alrededor. Hay muchas razones para esto. Pero es hora de que miremos en el interior y permitamos que Dios eche todas las malas motivaciones fuera de nosotros. Debemos aprender a vivir una vida de devoción.
Quizás lo opuesto a este ajetreo sea el aprender a esperar en Dios en quietud. David dijo en el Salmo 27:14, “Espera en Jehova;Esfeurzate, y alientese tu corazón; si, espera en Jehova”. Al esperar David demostraba dependencia. Escuchaba y esperaba mientras que miraba por el rebaño. Sabía como tirar de los recursos de Dios (Salmos 63:8). Sabía como recibir de Dios en la soledad. Fuentes de agua viva surgen del interior. Dios quiere construir la dependencia y calidad del interior al exterior. David aprendio como luchar por su país en las fuerzas de Dios, no en las suyas propias.
¿Eres tentado para no hacer de la oración y la devoción a Cristo tu primera ambición en la vida? ¿Te tienta el diablo para que te enfoques en lo externo de la vida en lugar de en lo que es más importante? ¿Eres tentado este año a correr de un lado al otro en actividad sin fin o estás aprendiendo a escuchar la quieta voz de Dios? Mantener a Jesús como Señor de nuestras vidas es la mejor forma en la que tu y yo podemos vivir en el 2010. Mantengamos a Jesús en el centro y cultivemos un corazón dedicado.
Actualemente estamos viviendo en la Base misionera Casa internacional de oración en la ciudad de Kansas, y es refrescante el ver a cientos de jovenes que estan buscando desarrollar su vida interior y poner a Cristo en el centro.
“Cuando me acordaré de ti en mi lecho, Cuando meditaré de ti en las velas de la noche. Porque has sido mi socorro; Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada á ti: Tu diestra me ha sostenido” (Salmos 63:6-8).
By Debbie Przybylski
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