“En momentos de temor, ansiedad y problemas, el paso correcto hacia experimentar la poderosa liberación de Dios y Su protección esta simplemente en clamar – Usar nuestra voz en una ferviente petición de Su ayuda.”
¿Cuántos de nosotros practicamos el clamar en voz alta a Dios? Así es como muchos de los personajes bíblicos oraban. Fervor en la oración es clamar en voz alta como llave a la victoria. Mi esposo con frecuencia ha dicho a los demás que la oración ferviente es el tipo de oración que harías si tu avión se estuviese desplomando del cielo. Clamarías a Dios en oración desesperada con todo tu corazón. No habría lugar para una oración apática y distraída bajo esas circunstancias. Aun así, muchos de nosotros nos enfrentamos con circunstancias imposibles en las que se requiere la oración “de clamar” para una victoria espiritual. El clamar en voz alta parece ser una clave para una poderosa vida de oración que ve respuestas.
“Necesitamos hacernos con esta verdad y aplicarla” (Salmos 86:7).
Dios con frecuencia arregla nuestras circunstancias de manera que no parezca haber salida. El problema no parece desaparecer. Pero cuando clamamos a El, El contesta. Le encanta mostrar Su poder de salvación cuando estamos en desesperada necesidad. El puede traer sanidad, protección o dirección. Cualquiera que sea la situación, vemos Su salvación cuando clamamos. A El le gusta que desesperemos por El. En la Biblia vemos un patrón consistente que indica que cuando Su pueblo clama a Dios con sus voces, El contesta prontamente con Su poder. David clamó a Dios con su voz y con profunda emoción con frecuencia en situaciones desesperadas, Y Dios oyó su clamor. El dice en el Salmo 61:1: “Los justos claman, y el Señor los oye, y los libra de sus angustias.”
“En cada circunstancia, la necesidad de clamar es un recuerdo de mi total incapacidad de conseguir nada significante para Dios. Y el resultado de clamar es una maravillosa demostración de Su poder sobrenatural para conseguir todo lo que sea necesario.”
Clamar a Dios no es algo que hagamos mecánicamente, sino que fluye de nuestra relación con Dios. ¿Sabemos en realidad que Dios oye y desea oír nuestro clamor? El es un padre y le encanta oír nuestra voz. Tenemos la autoridad y el derecho como hijos suyos para llamar fervientemente a Dios. ¿Sabemos que hay poder en la palabra hablada? Cuando se habla de forma ferviente, sincera y con todo nuestro corazón, es incluso más poderosa. ¿Somos conscientes de que cuando clamamos a Dios en voz alta, El ve que estamos acercándonos a Su trono de gracia con atrevimiento y seriedad?
¿No entendemos que en el momento que clamamos a Dios en una situación imposible, ese puede ser el punto de giro que lleve a la liberación?
Ha ocurrido tantas veces en la Biblia. Puede ocurrirnos a nosotros también. “Entonces clamaron a Dios en sus angustias, y El los libero de sus aflicciones” (ver Salmos 107:6, 13, 19, 28). El clamar dispara la liberación de Dios una y otra vez. A El le encanta contestar a aquellos que están en necesidad. Muchos de ustedes pueden estar enfrentándose a situaciones desesperadas de una manera u otra. Clama a Dios en voz alta para Su liberación con todo tu corazón. Este puede ser tu día de liberación.
“Días de problemas. Horas de crisis. Momentos de urgente y temerosa necesidad. Nos llegan a todos sin avisar, como ladrón en la noche. ¿Cómo podemos prepararnos para tales momentos? Podemos prepararnos estando dispuestos a clamar en voz alta al Señor para su ayuda de salvación, esperando atrevidamente su liberación. Dios espera de sus amados y les invita a que hagan precisamente eso: “Clama a mi en el día de tu angustia,” nos dice, “Yo te libraré, y tu me glorificaras.”
Clama a Dios por Su Salvación y Liberación
“Vemos en las escrituras que cuanto mayor la necesidad y falta de medios de alguien, mayor es el énfasis del Señor en Su compromiso para oír su clamor en los problemas. Dios afirma su preocupación especial para los huérfanos, viudas, extranjeros, y los pobres – personas con necesidades y crisis especiales que los demás no experimentan.”
Recomendamos el libro “The Power of Crying Out” (EL Poder de Clamar”) por Bill Gothard Estudia también los Salmos 16, 23, 25, 31, 51 y 63.
“Muchos creyentes hoy en día parecen ignorar este patrón consistente en la palabra de Dios. Podría casi decirse que la diferencia mas significativa entre las oraciones de los santos de Dios en las Escrituras (tan poderosas y efectivas) y nuestras oraciones de hoy en día (tan aparentemente inefectivas) es esta: Había un fervor en las oraciones de los santos de la Biblia – un fervor que es inherente en el clamor.” Citas por Bill Gothard
By Debbie Przybylski
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